A los pies de un palomar del siglo XIX, Séverin Blanc nos espera en la bodega del Domaine des Vergnades para hacernos descubrir y apreciar su variada gama de vinos con denominación Gaillac. Instalado desde 2017 en el dominio familiar y de unos veinte años, representa a la 6.ª generación de bodegueros que trabajan el fruto de la viña en estas tierras de Tarn.
Mucho más que una historia de la tierra
Bisnieto, nieto e hijo de viticultor, ¡se puede decir que Séverin lo lleva en la sangre! Brincar entre las hileras de vides, coger los racimos de uva, degustar algunos antes de la vendimia, sentir el olor de los vinos vinificándose... Todo ello forma parte de su día a día desde joven.
Nunca pensé en otro trabajo que no fuera bodeguero, esto ha sido siempre algo natural para mí. Mis padres ya trabajaban en la explotación, así que hoy trabajamos los tres juntos.
Cuando se combinan la convivencia y el saber hacer...
Como muchos de sus compañeros, al bodeguero le gusta compartir y las tradiciones, recibir a apasionados del vino, enófilos o simples curiosos para hacerles descubrir su día a día y su universo a lo largo de las estaciones e incluso, melodías que animan las degustaciones.
Cada verano, el dominio se transforma en un lugar de fiesta donde se organizan conciertos con aperitivo y reúnen un gran número de epicúreos. Si tenéis el Pass Vigneron, cruzad la puerta del dominio y venid a nuestro encuentro en cualquier momento del año.
A una cosecha de...
Las viñas del dominio han seguido la evolución de las generaciones, se suceden y dan lugar a un gran número de variedades de Gaillac cultivadas en estas tierras. Sin embargo, al mirarlas se puede pensar que siempre han estado ahí. «Aquí estamos en Graves, los suelos son mayoritariamente de grava. Nuestras vides más antiguas tienen entre 40 y 45 años, la vida útil de la vid puede llegar hasta los 60-70 años dependiendo de lo que se haga».
Cada territorio tiene su peculiaridad, lo que la hace única y la diferencia de otras tierras. «En el dominio tenemos una tierra con unas 55 ha de vides de uva tinta y 44 ha de uva blanca. Las variedades de Gaillac con las que trabajamos son Braucol para el tinto, Duras, típica de la denominación, Len-de-l’el para el banco, Prunelard y Mauzac». En la degustación en la bodega del dominio, solo con observar se descubre la untuosidad, la redondez y la edad del vino y destaca el trabajo del tiempo en simbiosis con el del bodeguero.
Un intercambio de buenos procedimientos con la naturaleza
Trabajar en la naturaleza, verla evolucionar a lo largo de las estaciones, requiere una gran atención que Séverin ha sabido entender y proteger al máximo.
Durante el invierno, se esparcen habas y materia vegetal entre las hileras de las vides para aportar un poco de azote y desechos verdes, y así crear el fertilizante natural. Contamos con la etiqueta «Haute Valeur Environnementale», lo que significa que utilizamos medidas favorables con el medio ambiente y la biodiversidad.
Tras visitar el dominio y pasar un agradable momento, el paréntesis campestre continúa alrededor del lago del dominio donde se encuentra una zona de autocaravanas sombreada y muy bien acondicionada. Por qué no instalarse aquí en verano para disfrutar de la tranquilidad y de bonitos encuentros en los merenderos al organizar una barbacoa. Y todo ello, mientras charláis sobre lo que habéis descubierto en el local de venta del dominio gracias al bodeguero, y degustáis vinos según los gustos de cada uno.