Comer bien es parte integrante de la cultura del Suroeste.
Los restaurantes ofrecen una cocina basada en la calidad de los productos frescos, cultivados y criados por los productores de la zona de Gaillac, Graulhet o Rabastens. De food-truck a restaurante gastronómico, la diversidad de los establecimientos le anima a hacer muchas paradas en un viaje culinario de autenticidad y convivencia.