Un pequeño nido para dos, en el pueblo de Larroque, oculto detras de sus altos acantilados de piedra caliza. El pueblo está dominado por el bosque de Grésigne, un bosque con árboles centenarios que se extiende desde las gargantas del Aveyron hasta los viñedos de Gaillacois. Puede recorrerlo a pie o en bicicleta, partiendo de Larroque, y unirse al famoso "sendero del Patrimonio" que vincula Puycelsi con la cumbre de Montoulieu, una excursión imprescindible en Grésigne. En otoño, el bosque vibra con el sonido del bramido del ciervo, o mira cómo crecen pacientemente los ceps y los girolles.
Si le gustan las calles empedradas y las piedras antiguas, no tendrá más remedio que elegir entre los pueblos encaramados y las bastidas que abundan en la zona: Bruniquel, Castelnau, Puycelsi, Penne, etc.
Casa rural para dos personas, jardín, terraza, sala de estar, cocina totalmente equipada, dormitorio que da a la terraza (cama doble 140), cuarto de ducha.
Calefacción eléctrica, estufa de leña.
Se proveen sábanas y toallas.
Servicio de limpieza al final de la estancia en suplemento 30€.