Andillac
Pequeño pueblo de piedras blancas totalmente rehabilitado, Andillac está rodeado por un paisaje de viñas hasta donde alcanza la vista, escenario ideal para pasear y hacer senderismo.
Andillac, evocaciones románticas
Pueblo con destino vinícola, Andillac es también conocido por el castillo-museo de Cayla, casa natal del poeta romántico Maurice de Guérin (1810-1839) y de su hermana Eugénie.
En el centro del pueblo, hay una pequeña plaza flanqueada de casas de piedras blancas muy bien restauradas. Al pie de la iglesia se expone uno de los primeros muros vegetales (o jardín vertical), testigo desde 1997 de la invención de Patrick Blanc, renombrado investigador y botánico. Un palomar domina el pueblo.
El castillo-museo de Cayla
Un poco apartado del pueblo, el castillo-museo de Cayla está instalado en una casa solariega típica del Languedoc. Es la casa natal de Maurice y Eugénie de Guérin, escritores y poetas románticos. Maurice de Guérin es conocido por sus poemas en prosa, revelados por George Sand en 1840 en la Revue des Deux Mondes (Revista de los dos mundos); su hermana Eugénie, por su correspondencia y su diario, remarcable reflejo de la vida tarnesa del siglo XIX.
Lugar de memoria y de historia, la casa-paisaje está rodeada de un parque clasificado como site remarquable (lugar remarcable). Testimonia una realidad histórica y geográfica ligada a la obra literaria y al carácter intimista del paisaje que inspiró la vida y la obra de los escritores.
En el parque, un camino poético favorece el paseo para sentir mejor la atmósfera particular de Cayla, inspiradora de calma y quietud. El castillo-museo de Cayla es miembro de la Federación de casas de escritores y de los patrimonios literarios y organiza tanto exposiciones temporales como talleres, conferencias o lecturas.
Iglesia de Saint-Médard
En el siglo XII ya existía en Andillac una iglesia dedicada a san Médard. Pero el templo medieval era demasiado viejo y demasiado estrecho. A finales del siglo XIX, la creciente fama de Maurice y Eugénie de Guérin, cuyas obras acababan de ser distinguidas por la Académie Française, atrajo a sus admiradores, que acudieron de toda Francia a conocer su casa natal, el castillo de Cayla y a recogerse en su tumba, al pie de la iglesia. El edificio actual, de 1872, podría haber sido financiado por las donaciones de la familia Guérin y por los habitantes de Andillac.
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