La "nota amarilla alta":
La alta nota amarilla, tan característica de la producción pictórica de Arlés, persiguió a Vincent van Gogh en pleno verano de 1888. Las distintas versiones que pintó de los Girasoles dan fe de su fascinación por el color. Si hubiera venido a instalar su caballete en las colinas de Tescou, Vincent habría impregnado el lienzo de la misma flagrancia... El verano incendia los cultivos de los Salvagnacois. Sinónimos efímeros, decenas de millones de girasoles iluminan el paisaje como tantos soles. Aquí, la nota amarilla alta colorea más la comida. Todo en contraposición, es el intenso retrato de un país profundamente agrícola y pacífico, "redondo y próspero" como cantaba Georges Brassens. ¿Un lugar de encuentro para artistas que no se conocen a sí mismos?
- Francés
Apertura
Todo el año.
Tarifas
Acceso libre.