¡Los 5 mejores productos de la tierra que hay que probar!
Entre las cocinas de la llanura de Gascogne y Languedoc, la cocina de Tarn desvela una gastronomía típica occitana cuyas delicias enloquecen. Desde el vino aromatizado a las especias nobles, pasando por el producto de las abejas, las especialidades culinarias de Tarn no dejarán de sorprender vuestro paladar y de enriquecer vuestra despensa.
El pato mulard, la estrella del foie-gras
Cebado a través del hígado, es el mejor pecado gastronómico en las fiestas de fin de año. Tarn, conocido por la cría y la producción de pato mulard, elabora uno de los foie gras más sabrosos en Gaillac: probadlo y solo tendréis ganas de volver. Y si queréis deslumbrar a vuestros invitados, cocinadlo mi-cuit con ajo negro de Tarn y acompañadlo de una copa de vino blanco suave de Gaillac, ¡el resultado está servido!
El azafrán, el oro rojo que se cultiva
Creado artesanalmente en Tarn, lo que se conoce como la especia noble por ser la más laboriosa de producir en el mundo, realza con sutileza los platos de Tarn para el mayor placer de las papilas. En la Edad Media en Francia, en el corazón de Occitania, se extraía a mano el azafrán de la flor de Crocus sativus. Hoy en día, este producto puro y de calidad aromatiza las recetas sencillas y festivas dándoles su color dorado como en el corazón del azafrán, una receta medieval que satisface a los más gastronómicos.
El pan Lo Cantèl 100 % Tarn
Diferente a otros panes comunes y más difíciles de encontrar, hay que venir a Tarn para degustar Lo Cantèl. Este pan fue creado por agricultores, molineros y artesanos pasteleros de Tarn, guiados por el amor de su país y por compartir su oficio. Este pan de tradición francesa 100 % de Tarn, sin aditivos y procedente de la mezcla de variedades de trigo, es crujiente en boca y suave en el interior, con una miga de color crema que se funde.
Un gran número de apicultores de Tarn producen excelentes mieles para acompañar vuestros desayunos, platos y postres. Éric Viguier, apicultor ecológico en Tarn, nos habla de su producción de mieles:
«Desde pequeño, me llaman Riko, de «rico» en español, por eso mis mieles se llaman Rikomiel. Hoy en día contamos con un centenar de colmenas en producción. El ciclo de elaboración de la miel va cambiando a lo largo de las temporadas, se empieza haciendo una miel de primavera que se recoge a finales de abril, cuando toda la flora primaveral está presente. Luego, se recoge la acacia en Médoc, nuestra miel esencial. Después, trashumamos a las abejas de aquí al Valle del Tarn para hacer la miel de castañas». Los botes Rikomiel, con etiquetas creativas, representan las obras de artistas de la zona para «Hacer entrar el arte y la cultura en la mesa por el desayuno», añade.
El vino, tesoro de Gaillac
Ya sea tinto más bien afrutado con notas especiadas, rosados o blancos con notas de miel, no tienen nada que demostrar a los enófilos seducidos desde el primer trago. Los vinos de Gaillac tienen una paleta con una riqueza excepcional que Sévérin Blanc, bodeguero del Domaine Vergnades, ha sabido explotar. «Soy la 6.ª generación de bodegueros. Tenemos diferentes variedades en Gaillac, desde Braucol en los tintos, Duras, típica de la denominación, Len de l’el en los blancos y más recientemente, Prunelard y Mauzac. Sin olvidar variedades tradicionales como Syrah, Merlot y Cabernet. Producimos vinos con un alto valor medioambiental entre el cultivo clásico, sostenible y ecológico. Con el departamento de Tarn, ya hemos conseguido una medalla de plata en el Salon de l’Agriculture, además de un concurso de vinos de Gaillac».
Encuentro con Séverin, joven y apasionado viticultor
Experiencia melosa
La entrada para encuentros privilegiados con viticultores
El viñedo
Pícnic y productos locales
